La vivienda a la cual pertenece el jardín nace con la vocación de integrarse con respecto en el contexto natural y ser un edificio pasivo. No emplea sistemas activos de climatización y por esta razón el uso estratégico de la vegetación como elemento de regulación de la radiación solar es fundamental.

En la parte de la parcela orientada a sur se ha preservado la vegetación autóctona compuesta por olivos, pinos, lentiscos y palmitos. Esta parte de “jardín mediterráneo” autosuficiente se ha implementado con la plantación de árboles caducifolios. Las especies escogidas son compatibles con el clima mediterráneo y el suelo calcáreo que se encuentra en la parcela. Se han plantado Arces, Acacias Negras y Pterocarias.

Para el riego del jardín se utiliza agua de lluvia, recogida desde las cubiertas de la vivienda en un depósito enterrado de 20 m3. El deposito se ha situado en la parte más alta de la parcela para que el agua de riego se pueda utilizar sin bomba por la fuerza de gravedad.